Mi email: contacto@joseluis-diaz.com
ENTRE CUATRO PAREDES

Todo cuanto sucede extramuros de la ciudad es sinónimo de vigilia. Vigilias que inflaman los arrabales y las sucias cavernas que faldean la autopista. Vigilias que no eximen al insomne de la esclavitud. Para transformar el delirio en sueño, para macerar su justa arquitectura, es necesario regresar a la ciudad y ensanchar con esfuerzo uno de sus minúsculos rincones. Sin un hogar digno —así reza la Ley— el tiempo no hace sino prolongar sus temibles abreviaturas.

Pero ¿cómo explicar a quienes hacen del yeso un trasunto de abundancia, una vitola de ornato y acumulaciones o, simplemente, un negocio infame, que todos merecemos una patria y que esta, como diría el maestro, solo es aquello que se vislumbra a través de una ventana? ¿Cómo hacerles saber que en la saturación de las esquinas y en la cohabitación de los centímetros no existe el progreso? ¿Cómo convencerles de que la dignidad respira hondamente entre cuatro paredes, bajo un techo que reoriente con brío las aspiraciones del invierno? ¿Cómo inculcarles en la dictadura de lo privado no existe el amor, ni siquiera el dinero, sino los rastros de perfume de quienes ya no saben sangrar en beneficio del prójimo?

Add Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *