IMAGINAR LA ALEGRÍA EN MITAD DE LA NOCHE
Incluso hoy, las calles de San Petersburgo pertenecen a Fiodor Dostoievski. En la Iglesia de la Resurrección o en las densas riberas del Nevá, retruena su voz adusta como si no hubiese muerto, como si fuéramos todos una prolongación de su...