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EL PESO COLECTIVO DE VIVIR EN LA TIERRA

Para quienes lo observaban a lomos de rocinante (escueto y digno como un caballero; andante, como los nómadas que buscan la realidad insondable del mundo) Don Quijote era una rara avis. Nada en él estaba exento de locura. Ni siquiera para Sancho, que asumió ser su sombra por razones pragmáticas y pedestres. Y siempre lastrado por esa mirada escéptica que le impedía creer en las elegías del héroe.

Su lealtad será terrenal, comedida, reversible.

Don Quijote y la locura de los otros

La locura del otro puede ser una tragedia, pero también el vehículo que conduzca al observador hacia territorios afables. Sancho anhelaba poder, pero el suyo era un deseo Terrenal, concebido desde el fracaso, expuesto al mismo grado de incertidumbre que aúnan los juegos de azar. Se lamentaba el de su imprudencia, de su Avaricia, de su errancia por aquellos desiertos desecados con ceguera y tormenta.

Mira la suya una extraña lucidez que le hizo sufrir tanto o más que la locura del héroe. Pero a este también se le observó, y con afán vigilante, con ese aire consumista del que ya advirtió Carlos Fuentes: Don Quijote y Sancho son los dos primeros personajes que se saben leídos. Leídos, observados y expuestos a esa mirada casi televisiva de quienes saben la verdad y juegan con ella. La verdad, en este caso, exacerbar los delirios de Don Quijote, al igual que las 33 pretensiones políticas de Sants. La verdad es doble: nocturna y luminosa para los dos héroes, y terreno para el resto.

Leer como acto de rebeldía

El peso de vivir en la tierra de David ToscanaY esta última es mayoritaria y, más allá y del dolor causado por las rígidas estructuras, por la injusticia, con el lujo jerárquico y celestial que separaba a mujeres y hombres. Que la verdad es, en ocasiones, asfixiante, lo supo Don Quijote, o Alonso Quijano, antes de entregarse a los libros de caballería.

Imaginarlo en su librería, alejado del campo, entregado al frescor de las muchas historias que no conducían a nada, es concebir un acto de rebeldía imaginaria. Allí, en los interminables seriales de la mancha, no había nada, ni siquiera aire.

Es entonces cuando el lector decidió navegar en la profundidad, divagar bajo las cúpulas trenzadas de lo ignoto, elucubrar la batalla que pondrá fin al destierro de su cuerpo. Alonso Quijano padeció el peso de la Navidad, mientras el resto se arrastraba entre risas y gula por veredas de similar geografía, quizá esperando la muerte, quizá suplicándole a dios un Golpe de timón.

Se vive o se muere viviendo. Y si se elige lo segundo, la muerte en vida debe ser gloriosa, trágica, tan simbólica como las vidas de aquellos héroes que eligieron vivir en medio de la muerte.

Si la tragedia es mundana, pero insuperable, no habrá más remedio que recurrir a la lectura y a sus pasajes oníricos. A esa realidad inventada, vivida en la mente del lector, que puede y debe materializarse cuando éste renuncia a la vida.

El peso colectivo de vivir en la tierra

David toscana ha escrito una obra extraordinaria. El peso de vivir en la tierra (Candaya, 2022) es una actualización del ideal quijotesco. También una revisión de sus causas y un examen muy riguroso de sus consecuencias.

En esta historia tan literaria, dos personajes anclados en el México de finales de los años 60, deciden asumir laDavid Toscana tragedia como forma de vida.  Y la tragedia para Nicolás y María, que pronto serán Nikolai y Marfa, debe asumirse como hicieron los grandes escritores rusos. Como hicieron Tolstoi y Dostoyevski. Como hicieron Bulgákov y Ana Ajmátova.

Y su literatura fue un gran fresco del dolor del ser humano, de su heroicidad, de su resignación a la penuria. Del ostracismo, a las grandes batallas, muchas de ellas anónimas, emprendidas contra el poder. Pero a diferencia de Don Quijote, la mirada lúcida es residual. Es la visión literaria la que se impone, con paciencia y persuasión, dentro del colectivo.

La novela de David Toscana es original. Pero también un ejercicio de erudición literaria. Y, por encima de todo, una elegía a quienes transitan la tragedia asistidos de la luz que castiga los crímenes e ilumina a los que resucitan.

1 Comment

  • JLDiaz Posted 13 julio, 2023 10:25 am

    Me ha gustado la entrada y, al igual que tú, me gustó mucho la obra de David Toscana, tanto por su narrativa como por la forma de trabajar
    los personajes, complejos y realistas, su lenguaje evocador y preciso, y la reflexión a la que nos lleva como lectores sobre la condición
    humana. Un saludo. Isabel

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