LA SEMANA NEGRA DE GIJÓN: RAZONES PARA DEFENDER UN GÉNERO TAN OSCURO COMO LUMINOSO
Leer y escribir novela negra es uno de los mejores ejercicios creativos para un escritor. Gracias a ella, aprendemos a observar, a emplear la lógica narrativa y a construir escenarios con nocturnidad. Por tanto, la novela negra es más que un género.
James Ellroy utiliza el crimen y las bajuras policiales para ahondar en la historia de América. Leonardo Padura, gracias a de su detective Mario Conde, nos conduce por las calles de la Habana, por sus rincones desgastados y por sus azoteas de sol y yeso, para mostrar el declive del castrismo.
El maestro Dashiel Hammet nos descubrió que una buena novela negra no está reñida con el lenguaje y el activismo político.
En mi primer intento…
En mi primer intento por convertirme en escritor, recurrí a la novela negra para profundizar en uno de mis temas predilectos: el origen de la maldad humana. Hoy me encuentro lejos, muy lejos, pero afirmo que quienes han convertido este género en un cliché, en un recodo de la literatura comercial o en un simple artefacto para el entretenimiento se olvidan de que, gracias a él, muchos lectores contemporáneos hemos entendido el gran contexto del mundo.
Carlos Fuentes confesó que, en su etapa como estudiante de Derecho, recurrió a «Crimen y castigo» para entender los pilares del Derecho Penal; y Gabriel García Márquez confesó que la primera y quizá gran novela policiaca de todos los tiempos fue Edipo rey.
La literatura crece en las márgenes del río, lejos de corrientes e imposiciones. A veces, es transversal, y su evolución silenciosa, que también es reaccionaria, debe elogiarse.
El próximo 14 de julio, tendré la oportunidad de participar en la Semana Negra de Gijón 2023, firmando ejemplares de mi novela Cien cruces arrastradas.
Será mi estreno en un evento de extraordinaria relevancia para una ciudad a la que amo y para un colectivo del que me siento parte. Y mi gran oportunidad para reencontrarme con un género tan oscuro y visceral como luminoso.
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