CALOR
Hemos dormido al pie de un olivo. Hemos visto la muerte del sol. Hemos gemido con el incendio del mármol, los dos, solos en un portal bicentenario. He palpado tus versos. He besado tu espalda. He dormido atado a tu cuello. Has calmado mi...
Hemos dormido al pie de un olivo. Hemos visto la muerte del sol. Hemos gemido con el incendio del mármol, los dos, solos en un portal bicentenario. He palpado tus versos. He besado tu espalda. He dormido atado a tu cuello. Has calmado mi...
Entre jadeos y sirenas tardías, hay un rostro que llora. El mismo que, minutos antes, hablo de orografía. Y de horarios. Y de patrones de conducta. Y que hace la señal de la Cruz. Y que besa entre arcadas la tierra quemada. Es el rostro del mal...
En un banco del parque, el saxofonista agita el sombrero. En un banco del parque, el saxofonista agita el sombrero. Y luego tose. Y luego absorbe el ruido raído de la calle. En ese banco del parque, hay un perro contando los minutos. Hace días...
A medianoche, cuando el dolor se volvió insoportable, el anciano abrió las ventanas y extendió la sábana en el balcón. Comprobó letra por letra. Las acarició. Luego, en el salón, limpió escrupulosamente las fotografías de su vida. Era el momento...
Me enseñaron a no sufrir. Me enseñaron a conformarme con lo básico, con lo que ellos consideraban convencional. Convencional era un trabajo seguro. Convencionales eran la estabilidad económica y la paternidad. Convencional era vivir en la zona de...
Era un hombre aquejado de un gran dolor. Lo descubrió del mismo modo en que se descubren las cosas banales: tumbado en la cama, al despertar. Dudó entre levantarse y cambiar de postura. Dudó entre seguir durmiendo y gritar. Frente al espejo, la...
La verdad está sobrevalorada. También su contexto. Lo supe hace muchos años, cuando visité a uno de mis clientes en la cárcel. Estaba acusado de asesinato, y pendía sobre él una petición de condena de casi cuarenta años. La investigación había...
Ayer decidí correr alrededor de la frontera. Las concertina se mezclaban con el brezo. Los buitres debatían en mesas de carne. Alguien parecido a mí me seguía de cerca. A este lado de la frontera solo hay residuos. Todos salieron de mi...
Y si toco con mis dedos la nieve helada es porque ya no respiro. O porque el frío de la cumbre es liviano. O porque las venas del cielo traen tu confesión. Es de noche y busco una tumba en la que soñar. Se cómo quiero decorarla. Sé que solo aquí...
José Luis Díaz © 2017 Todos los derechos reservados